Pensamientos y sucesos que llaman la atención de una mente extraña

martes, 10 de abril de 2012

FROILÁN APUNTA BAJO.


Pongámonos en situación. Usted es cazador. Tiene a su nombre distintas armas de fuego de diferente calibre. Bien, un día, usted decide enseñar a su hijo de 13 años a usar una de esas armas; la de menor calibre, por supuesto. Digamos que para “más o menos” ir de caza. El niño, como lógicamente no tiene edad ni cabeza para saber usar una escopeta, pierde el control y se dispara en el pie. ¿Qué pasaría?

Podemos ahorrarnos la parte de que llame a la ambulancia, lo llevan al hospital y pasa todo el calvario de la operación. Peor aún si se trata de la Seguridad Social. Bien, la Guardia Civil se interesaría por el caso y le interrogarían. Descubrirían que su hijo no tiene la edad mínima (14 años) ni requerimientos necesarios para utilizar dicho arma. Lo que se precisa es una autorización especial del Director General de la Guardia Civil que se concede al menor tras pasar una exhaustiva prueba teórica y un examen práctico. Su hijo no tiene dicha autorización, cosa que usted ya sabía. Por lo tanto ya incurrimos en la ilegalidad de forma consciente. Según el reglamento de la Guardia Civil sobre el uso de armas de fuego, aquellos que las usen sin la licencia, autorización o guía de pertenencia serán sancionados con multas de 300 a 600 euros, además de incautar las armas. En casos graves se ha llegado a multar con hasta 30.000 euros.

¿Qué sería un caso grave? Lo ignoro exactamente, pero mi valoración lógica me hace hacerme varias preguntas. ¿Había alguien más presente en el momento del accidente? Según lo que dicen, también su hija. ¿Qué edad tiene la niña? 11 años. ¿Entonces estaba usted realizando prácticas de tiro con su hijo, menor y sin autorización, en presencia de su hija también menor con los riesgos que eso conlleva? No soy juez, pero ya sin la niña el tema me parecía grave de por sí… Siento decírselo señor, que si usted es un don nadie le tocará la máxima cuantía de sanción y probablemente eso no será lo peor. ¿Qué más podría pasarle? Pues depende con qué agentes diera podría pasar  esa misma noche de prisión (¿qué no? Por cosas  más simples lo he visto, y seguro que usted también), el Defensor del Menor se habría interesado de lleno por el asunto, los Servicios Sociales estudiarían si está usted capacitado para tener la custodia de sus hijos y, muy probablemente, los medios de comunicación harían escarnio con su desafortunado accidente familiar.

¿Qué soy exagerada? Probablemente. Pero es que me baso en antecedentes, y pintan bastos. Hace tres años a un joven madrileño, Diego P.V., se le juzgó, condenó y poco menos que linchó desde los medios de comunicación y la opinión pública. Todo ello antes de tener pruebas forenses. ¿Qué había ocurrido? Algo horrible, sin duda. La hija de su pareja, una niña de tres años llamada Aitana, falleció después de que él la llevara al hospital en parada cardiorrespiratoria. La niña se había caído de un columpio días antes dándose un golpe en la cabeza. y había sido trasladada al hospital, también por el propio joven, tras lo cual le recetaron “Dalsy” para el dolor y no vieron necesario hacerle un escáner cerebral. En el informe médico, el doctor no solo confundió los hematomas del golpe con maltrato continuado, sino que también consideró que unas manchas alérgicas habían sido producidas por las quemaduras de un cigarrillo. Además, informó de que la niña presentaba desgarros en las zonas vaginal y anal. Ante ese examen no es de extrañar que la policía detuviera provisionalmente al joven, ni que provocara reacción en distintos medios. Pero fue la prensa la primera equivocada, olvidando la presunción de inocencia al fondo del cajón (recordar la portada de ABC hace que te sangren los ojos); y posteriormente el público pusimos nuestro granito de arena para condenar a Diego antes del juicio. Finalmente el forense determinó que no había malos tratos, desde luego no había habido agresión sexual, y que los hematomas coincidían con la caída de la pequeña. Un accidente con fatal final.

Así que, aunque poco probable, la cuestión no sería del todo imposible. Todo esto si usted es un don nadie, quiero recalcarlo. Si ya tiene título nobiliario, dinero o es pariente más o menos cercano de la realeza o de Botín (que para el caso…), puede que la cosa cambie. Digamos que es usted Jaime de Marichalar y que el herido es su hijo, Felipe Juan Froilán de todos los Santos. Entonces la situación no es tan alarmista, y pasaría como un suceso “que siempre pasa con los niños”, tal y como lo considera su abuela, La Reina. ¿Con todos? Yo me raspé las rodillas, casi me partí los dientes y estuve a punto de perder un ojo (una infancia marcada por la tendencia a los accidentes), pero nunca, nunca, nunca, tuve la oportunidad de pegarme un tiro en cualquier extremidad. Supongo que depende de la familia…

Veamos como está el tema. ¿Ha abierto una investigación la Guardia Civil? Sí, ante estos casos siempre se abren diligencias. En algunos medios afirman que se archivará puesto que el suceso es claramente un accidente. Yo no sabía que era eso lo que se juzgaba. De hecho, no consideré en ningún momento que el niño se disparara a posta para comprobar si su sangre era o no azul. De lo que se trata en realidad es que el niño es menor para usar armas y no tiene la autorización precisada. Bueno, digamos que la investigación dice que es un acto ilegal y que deben pagar entre 300 y 600 euros (Me parece oír risas desde Madrid, ya que no saben si pedir un préstamo o pagar la multa a plazos). Eso si las investigaciones sirven para algo, porque yo rememoro las que se hizo por las agresiones a menores por parte de Policías Nacionales en Madrid el pasado verano, o las actuaciones desproporcionadas de los Mossos el 27 de mayo del año pasado contra los indignados, y es que me entra la risa. Siempre que me imagino a estos equipos de investigación visualizo a un grupo de tíos bebiendo cerveza, comiendo ganchitos y viendo películas de Steven Seagal; quienes después del tiempo pertinente cierran la carpeta que estaba en la mesa olvidaba y dicen: “Bueno, esto ya está, ¿no?". Sí, soy así de escéptica.

En fin, volvamos. ¿Han dicho algo los servicios sociales? No, recalquemos que ha sido un accidente en la finca privada de su padre. ¿Y el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid? Pues no. De Arturo Canalda no se sabe nada, ha hecho mutis por el foro. Su antecesor, Javier Urra, sí que se ha quedado a gusto. Ha recalcado que un menor, por mucho que esté bajo la supervisión de su padre y en su finca, no debería usar ningún arma sin la preparación y la autorización necesaria. Es “ilógico”, ha recalcado. Pero su valiosa opinión, como la del Partido Animalista, no es que cuente mucho en ámbitos generales. ¿Y los medios de comunicación? Pues en la mayoría de los casos se han remitido a la nota de prensa de la Casa Real, y en general han sido muy correctos e informativos. Entre los usuarios ha provocado varios chistes, pero nada subido de tono ni parecido al tema de la pequeña Aitana. Sería de alegrarse de que todos hayamos aprendido la lección, por supuesto. Pero, ¿habría sido todo tan correcto de no tratarse del nieto del Rey? De ser otro hombre anónimo como Diego, ¿qué nos asegura que no nos encontraríamos con otros titulares sensacionales y alarmistas?

Lo dicho, yo de mayor quiero ser Borbón. Porque tienen suerte. Se les conceden muchas excepciones. ¿Qué una revista de humor amarillista crea una portada incómoda y de mal gusto (reconozcámoslo)? Cualquier otro tendría que querellarse y pasar un proceso judicial para ser redimido. Pero para ellos los jueces actúan de oficio y censuran previamente la revista, no vaya a ser. ¿Censura o secuestro? Yo también tenía mis dudas pero en clase de derecho me aseguraron que era un claro caso de censura porque la publicación aún no estaba a la venta, así que yo me lo creo… Otro caso, ¿que el yerno del Rey tiene toda una trama fraudulenta montada con su socio? Ah, no. Vamos a juicio y afirmamos que todos somos iguales ante la ley. ¿Qué se descubre que la infanta es copropietaria de una de las empresas investigadas dentro de esta trama? Pues no pasa nada porque solo es sobre el papel pero no ostenta ningún cargo ejecutivo. Además, no hay nada que demuestre que ella pudiera saber nada del tema. ¿Qué iba a saber sobre economía? Solo trabaja en La Caixa…

En fin, ya veremos cómo acaba este tema. Los antecedentes han dado que hablar, pero es que ya se sabe que aunque la justicia es ciega, a veces tiene muy claro el punto de mira. Bueno, Froilán muchacho, recupérate pronto que aún te quedan muchas patadas que dar a la vida…

1 comentario:

  1. me parece superfuerte esto de verdad que poca verguenza madre mia... lo que me faltaba por leer interesante entrada mi evita corazon un besazo grande se te kiere reina

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